1.- IR Y OIR LA SANTA MISA

Es el acto más grande, más sublime y más santo, que se celebra todos los días en la tierra. Nada hay más sublime en el mundo que Jesucristo, y nada más sublime en Jesucristo que su Santo Sacrificio en la Cruz, actualizado en cada Misa, puesto que la Santa Misa es la renovación del Sacrificio de la Cruz.
Misa, Cena y Cruz son un mismo sacrificio. Con razón decía San Bernardo: "Más merece el que devotamente oye una Misa en gracia de Dios, que si diera todos sus bienes para sustento de los pobres".
"Oir una Misa en vida o dar una limosna para que se celebre, aprovecha más que dejarla para después de la muerte." (San Anselmo)
"Más aprovecha para la remisión de la culpa y de la pena, es decir, para la remisión de los pecados, oir una Misa que todas las oraciones del mundo" (Eugenio III Papa)
Con la Misa se tributa a Dios más honor, que el que pueden tributarle todos los Ángeles y Santos del cielo. Puesto que el de éstos, es un honor de criaturas, mas en la Misa se le ofrece su mismo Hijo Jesucristo, que le tributa un Honor Infinito. (San Alfonso Mª Ligorio).
Con la asistencia a la Misa, rindes el mayor homenaje a la Humanidad Santísima de Nuestro Señor Jesucristo. Durante la Misa te arrodillas en medio de una multitud de Ángeles que asisten invisiblemente al Santo Sacrificio con suma reverencia.
A la hora de tu muerte, tu mayor consolación serán las Misas que hayas oído durante tu vida. Cada Misa que oíste, te acompañará al Tribunal Divino, y abogará para que alcances el Perdón.
Con cada Misa, puedes disminuir el castigo temporal que debes por tus pecados, en proporción con el Fervor con que la oigas.
Con cada Misa aumentas tus grados de gloria en el Cielo. En ella recibes la bendición del Sacerdote, que Dios ratifica en el Cielo.
Santa Teresa suplicaba un día al Señor, le indicara cómo podría pagarle todas las mercedes que le había dispensado y le contestó "oyendo una Misa".
"Todas las buenas obras del mundo reunidas, no equivalen al Santo Sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras que la Misa es obra de Dios. En la Misa, es el mismo Jesucristo Dios y Hombre Verdadero el que se ofrece al Padre para remisión de los pecados de todos los hombres y al mismo tiempo le rinde un Honor Infinito". (El Santo Cura de Ars)
El calvario fue el primer Altar, el Altar verdadero, después todo el Altar se convierte en Calvario.
No hay en el mundo lengua con que poder expresar la grandeza y el valor de la Santa Misa. Si la verdad es que Cristo se ofrece al Padre Eterno todos los días en la Santa Misa por la salvación de los hombres, por la salvación de todo el mundo ¿vamos a dejarlo sólo?.
Busquemos la media hora diaria para unirnos a Jesús en la Santa Misa, para adorar al Padre y darle el honor que se merece, para darle gracias por tantos favores recibidos, para aplacar su ira irritada por tantos pecados y darle plena satisfacción por ellos e implorar gracia y misericordia para todos los hombres del mundo, en fin, para agrandar el Cielo y hacer más Gloriosa la Pasión de Cristo.
A tí, que tanto te gusta hacer el bien, ¿ vas a dejar pasar diariamente la ocasión de unirte a la obra más grande que se realiza en la Tierra por el mismo Cristo?
Lee, piensa y medita muchas veces esta INVITACIÓN del Señor; y ten presente, siempre que..."AMOR CON AMOR SE PAGA".
Que Dios te bendiga y premie tu generosidad.

 

 

2. COMULGAR

 

LA SANTA COMUNIÓN ES TU TESORO

Si dejas una vez de recibir la Santa comunión, considera lo que pierdes:

 

1) Pierdes una ocasión de ver personalmente a Jesús autor de la vida espiritual y de toda santidad.

 

2) Pierdes un aumento especial de gracia santificante, que embellece tu alma y la hace más grata a los ojos de Dios.

 

3) Pierdes la gracia sacramental a la que tienes derecho en tiempo de las tentaciones.

 

4) Pierdes la preciosa oportunidad de recibir el perdón de tus pecados veniales.

 

5) Pierdes la influencia amortiguadora de las pasiones.

 

6) Pierdes la ocasión de recibir la remisión parcial de las penas temporales de tus pecados.

 

7) Pierdes los gozos espirituales que cada comunión suele producir.

 

8) Pierdes un aumento de gloria por toda la eternidad.

 

9) Y quizás pierdas:

a) el control sobre tus pasiones.

b) una gracia especial que por mucho tiempo vienes pidiendo.

c) la conversión ó salvación de algún alma.

d) la salvación de algún alma de un pariente en el purgatorio.

¡De qué gracias te privas si omites una sola Comunión!

 

 

 

12 MOTIVOS DE OIR DEVOTAMENTE LA SANTA MISA.

1) En la hora le tu muerte, las misas oídas serán tu mayor consuelo.

 

2) Cada misa oída con devoción será una prenda segura de perdón en la hora del juicio.

 

3) Por cada misa oída puedes disminuir el castigo temporal merecido por tus pecados.

 

4) Al asistir devotamente la santa Misa rindes al Sagrado Corazón de Jesús, el más grande homenaje posible.

 

5) Por la santa Misa, nuestro Señor Jesucristo satisface por tus muchas negligencias y omisiones.

 

6) Te perdona todos los pecados veniales que buscas de evitar. Se disminuye el poder del demonio sobre ti.

 

7) Por medio de la santa misa puedes ayudar y salvar muchas almas del purgatorio.

 

8) Una sola misa que oyes con devoción durante toda tu vida mortal será de mayor provecho que muchas otras ofrecidas después de fu muerte.

 

9) De muchos peligros y desgracias te preserva Dios a causa de la santa Misa que oyes con devoción. Además se acortan los días del purgatorio.

 

10) Durante la santa Misa, el altar está rodeado de multitud de ángeles que asisten con suma atención al Santo Sacrificio.

 

11) Dios te bendice en tus empresas temporales.

 

12) Si, al oír la santa Misa con devoción, ofreciéndola a Dios Omnipotente en honor de algún Santo o Ángel, agradeciendo al Señor por los favores concedidos a él, honras al Ángel o Santo, y de este modo te haces acreedor a la especial protección de aquel Ángel o Santo.

 

3.VISITAR A JESUS SACRAMENTADO

1) He de visitar a Jesús, mi Salvador, porque está presente en el Santísimo Sacramento, como mi Dios y Señor, y por lo tanto le debo adoración y homenaje de sumisión.

 

2) He de visitar a menudo a Jesús, mi Salvador, porque el Corazón de Jesús que por mi fue traspasado en la cruz, late en el altar y desea que le ame.

 

3) He de visitar a Jesús, mi Salvador en el Santísimo Sacramento, porque de esta manera doy la mayor alegría a María, mi queridísima Madre, a San José y a todos los ángeles y santos del cielo, que sin cesar adoran a Jesús Sacramentado.

 

4) He de visitar frecuentemente a Jesús. Mi Salvador en el Santísimo Sacramento, porque es un acto meritorio y una profesión pública de mi fe.

 

5) He de visitar frecuentemente a Jesús Sacramentado, mi Salvador, porque el Señor ha reservado gracias especiales para los que le visitan. En el altar el Señor es puro amor, y distribuye sus gracias a manos llenas a los que le visitan.

 

6) He de visitar frecuentemente a Jesús en el Santísimo Sacramento, porque de este modo puedo resarcir las injurias del género humano, especialmente los sacrilegios, y la frialdad de tantos cristianos.

 

7) He de visitar frecuentemente a Jesús Sacramentado, mi Salvador, porque allí Jesús, me enseña la humildad, la obediencia, el amor, en una palabra: el espíritu de sacrificio, que tanto nos falta para el fiel cumplimiento de nuestros deberes de estado.

 

8) He de visitar a menudo a Jesús Sacramentado, porque de este modo puedo ayudar a las pobres almas del purgatorio.

 

9) He de visitar a menudo a Jesús Sacramentado, porque Dios es el mejor pagador, que remunera cada sacrificio que por El hacemos.

 

10) He de visitar a Jesús en el Santísimo Sacramento del altar, porque de este modo me preparo mejor para mi adoración que he de dar a Dios por toda la eternidad en el cielo.

 

4.SER DEVOTOS DE LOS SANTOS

 

RAZONES PARA SER DEVOTOS SUYOS

1) Son de nuestra misma naturaleza; fueron flacos como nosotros, y saben por experiencia nuestra necesidad.

 

2) Son de la misma naturaleza que Jesucristo y su Santísima Madre, y esta semejanza y parentesco les da mayor aliento para rogar por los pecadores.

 

3) Padecieron mucho en esta vida por amor de Jesucristo, y le obligan con la representación de sus penas, a que conceda lo que piden para sus devotos.

 

4) Los quiere Dios honrar en la tierra, donde le sirvieron, concediendo por su intercesión favores a los mortales.

 

5) Como pelearon y vencieron en nuestras mismas batallas, les ha concedido Dios especial poder para ayudarnos en ellas.

 

6) Enseñaron a los hombres el camino del cielo, unos con sus palabras, otros con sus ejemplos, y se debe agradecimiento y reverencia a los maestros.

 

7) Dios nos los ha dado por ejemplares y abogados en señal de que quiere conceder lo que le pedimos por su intercesión, especialmente cuando esto se ordena a la imitación de sus virtudes.

 

8) Tenemos sus reliquias en la tierra, como prendas seguras de que por ellas han de hacer muchos bienes al mundo, donde dejaron tal tesoro.

 

9) Hace Dios continuos milagros y favores por la intercesión de los Santos, para alentar nuestra confianza y despertar nuestra devoción.

 

 

OBSEQUIOS CON QUE PODEMOS
OBLIGAR A LOS SANTOS

1) Encomendarnos a ellos, con grande confianza de alcanzar lo que pedimos, si nos conviene.

 

2) Leer con atención la vida del Santo o Santos de quienes se reza aquel día, procurando imitar algo de lo que leemos.

 

3) Hablar en nuestras conversaciones de sus virtudes, para que otros los imiten veneren.

 

4) Visitar sus templos y altares con devoción y reverencia.

 

5) Oír la Santa Misa en honra de los Santos de aquel día.

 

6) Confesar y comulgar en las fiestas de los Santos de nuestra mayor devoción.

 

7) Ejercitarnos tales días en limosnas y otras obras especiales de virtud, andando con mayor cuidado de evitar culpas, haciéndonos así más aptos para recibir sus favores.

 

8) Escoger por suerte cada año un Santo que nos sea especial patrono en todo él, rezándole cada día un Padre nuestro y Ave María, a manera de tributo; y cada mes otro Santo de los que caen en él, haciéndole por todo el mes el mismo obsequio.

 

9) Hacer cada día alguna conmemoración de todos los Santos, que puede ser su letanía, tomándolos a todos por intercesores para conseguir lo que tanto nos importa, corno es la salvación, empezando desde ahora con todos los cortesanos del cielo una amistad que ha de ser eterna.

 

   
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