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La fundación de ésta Hermandad tuvo lugar en la desaparecida Ermita de Santa Ana, extramuros de la villa, en torno a una imagen de Jesús con la cruz a cuestas que  desde al menos el 20 de octubre de 1658 recibía culto en ese lugar, si bien no es descartable la hipótesis de que esta Cofradía se hubiese creado a partir de la Hermandad del Dulce Nombre de Jesús (erigida en 1604 por los frailes Mínimos de San Francisco de Paula y existente aún en 1647). No obstante, según algunos testimonios documentales, el 17 de agosto de 1672 un grupo de personas ya daban culto a dicha imagen de Jesús como si de una verdadera Cofradía se tratase, redactando y aprobando cinco años más tarde sus primeras Reglas conocidas, concretamente el 9 de mayo de 1.677.

 

Estas normas obtuvieron la aprobación eclesiástica el 11 de junio de ese mismo año de manos del Provisor y Vicario General del Arzobispado hispalense Antonio Bastan y Aróstegui. Son las únicas Reglas de esta Hermandad (exceptuando las actuales) de las que conocemos su contenido íntegro y que fueron utilizadas hasta la aprobación de otras confeccionadas en 1809, vigentes hasta hace solo unos años. Es decir, las primitivas Reglas de la Hermandad de Jesús Nazareno, las de 1677, y hasta que no se localicen otras anteriores, pueden considerarse como las más antiguas de las redactadas por una Cofradía de penitencia de La Puebla de Cazalla.

 

La primera Regla estaba compuesta de 15 capítulos, aprobados inicialmente por diez hermanos pertenecientes a las clases privilegiadas de la sociedad (clérigos, hidalgos, alcaldes y regidores del Ayuntamiento), sus nombres Salvador Bermúdez de Castro, Antonio Moreno de Guerra, Rodrigo Díaz Roldán, Andrés de Terrona, Lorenzo Herdara, Francisco Ruiz de Angula, Francisco Becerra Gordillo, Marcos de Castro Garrido, Bartolomé de la Becerra y Alonso Calderón Melado; siendo estos los fundadores de la Hermandad.

 

La Hermandad no tenia otras obligaciones que las de celebrar anualmente un Cabildo anual en el cuarto Domingo de Cuaresma para elegir al Hermano Mayor y demás Oficiales, en el que también se trataría de los asuntos propios de la Cofradía, y a decir una misa todos los viernes del año en el altar de Jesús Nazareno, en la ermita de Santa Ana. Su función principal será “(…) hacer estación saliendo de la dicha Ermita Viernes Santo por la mañana al salir el sol (…)”, dirigiéndose a la Iglesia parroquial para después regresar a su ermita, con los hermanos “(…) vestidos de nazarenos (…)”.

 

En 1728 la Hermandad se traslada a la Iglesia Parroquial debido al estado ruinoso en que se encuentra la Ermita de Santa Ana. Este mal estado de conservación de la ermita y el alto grado de humedad de la zona afectaba a la integridad de la popular y devota imagen de Jesús Nazareno, alterando sus ensambles y encarnadura de tal forma que no se tuvo más remedio que sustituirla por otra de nueva ejecución en el año 1709. además de los defectos constructivos de la ermita y el mal estado de la Imagen, se justificaba el cambio de sede alegando que los vecinos y devotos “(…) con lo dilatado del sitio pocas veces asisten a venerar a dicha santa imagen y en el tiempo santo de cuaresma que con mas frecuencia debían los hermanos y fieles asistir, lo omiten y los viernes santo a la hora de prima que es la que sale la cofradía muy pocos hermanos y devotos llegan a la ermita a salir con las insignias, quedándose en la entrada del lugar a aguardar la cofradía, habiendo llegado muchas ocasiones el caso de volver al lugar a buscar hermanos que traigan dichas insignias por cuyos motivos en muchos años a  sido preciso que el sermón que se acostumbra a decir al tiempo que sale la cofradía se suspende viniéndose a decir a la Iglesia Parroquial (….).

 

La capilla de la Hermandad en la Iglesia Parroquial empezaría a construirse en 1720 a expensas de los caudales propios de la Hermandad y de las limosnas de los devotos, concluyéndose en 1728, estableciéndose en ella la Imagen de Jesús Nazareno, ese mismo año. La ermita de Santa Ana, desaparecería definitivamente tras la marcha de la Hermandad a la Iglesia Parroquial, debido a que los pocos vecinos que la frecuentaban, al no estar allí la imagen de Jesús Nazareno, dejaron de hacerlo y esta termino arruinándose. La capilla sería construida en la nave de la Epístola, entre las capillas de Nuestra Señora del Rosario y la de la Inmaculada Concepción, prácticamente en el brazo del crucero. La Hermandad permaneció en la Iglesia Parroquial hasta el año 1809, en el que debido al estado ruinoso del Templo, se traslado a la Iglesia del Convento, donde edificó capilla propia y desde entonces, lugar donde reside.

 

Durante los años centrales del siglo XIX, la Hermandad se encontrara inmersa en un proceso de reorganización tras las nefastas consecuencias de la guerra contra los franceses y las actuaciones de los gobiernos liberales. La política desamortizadora afecto a la Hermandad que fue desposeída de la arranzada de olivar que poseía en “Los Santos”. Entre 1843 – 1847, la economía de la Hermandad experimentara una notable mejoría gracias a los ingresos de nuevos hermanos, al cobro de cuotas atrasadas, a las rentas obtenidas por el arrendamiento de la casa de su propiedad sita en la Plaza Real (hoy Plaza Vieja) que años atrás sirvió para alojar los pasos, y de los beneficios conseguidos de las rifa de los mas variados y singulares productos (un becerro, macho cabrio, racimos de uvas), así como de las numerosas limosnas recogidas en la novena y en la mañana del Viernes Santo. Esos fondos permitieron la reedificación de la capilla (bendecida el 16-01-1848) y la compra de nuevos enseres e insignias: Un Simpecado, unas Tallitas, el Estandarte con su lámina y una lámpara de plata.

PRIMITIVA IMAGEN DE JESÚS NAZARENO DEL AÑO 1709, ATRIBUIDA A PEDRO ROLDÁN

 

En el último tercio del siglo XIX, esta Hermandad enriquecerá notablemente su patrimonio artístico, con un ajuar de bordados de gran valor para sus Imágenes,  adquiriendo en 1877 una nueva imagen de la Virgen de las Lágrimas para sustituir a la anterior. El inventario de bienes de 1895 detalla el patrimonio que posee la Hermandad en esas fechas: dos pasos de madera dorada, las imágenes de Jesús Nazareno, el Cirineo y la Virgen de los Desamparados (es la primera vez que aparece el titulo de Desamparados en vez de Lágrimas), dos cuadros grandes de lienzo, cuatro faroles, cruz de caoba con remates de metal, Estandarte con lamina pintada, un Simpecado, una cruz vieja, cinco insignias de plata “roult”, tres trompetas, un manto, un vestido y un cíngulo bordados en oro, una corona y ráfaga de plata para la Virgen y una tunica para Jesús bordada en oro, con sus cordones y borlas.

 

Con respecto a los cultos su celebración a lo largo del siglo XIX estuvo condicionada a la economía de la Hermandad. Así, entre 1841 y 1897 nunca faltaron la Novena ni el Sermón de Pasión en la madrugada del Viernes Santo desarrollándose en el interior de la Iglesia Conventual momentos antes de la salida procesional. A partir de 1894, una vez abierta al culto la actual Iglesia Parroquial, tanto la Novena como el Sermón del Viernes Santo se desarrollaran en ese templo por la amplitud del mismo. Por ello la imagen de Jesús era trasladada a la parroquia donde permanecía hasta el Viernes Santo por la mañana, desde donde salía en procesión hacia su capilla del Convento, no rebasando la procesión normalmente las dos horas de duración. A parte de estos cultos en 1842 se añadió el Sermón del Dulce Nombre de Jesús en su festividad y el rezo de la Vía Sacra todos los domingos.  Durante estos años lo mas característico y significativo de los actos previos y la procesión del Viernes Santo eran el desorden y los escándalos entre personas embriagadas que participaban en estos actos, incidencias que obligaron a tomar serias medidas para erradicarlos.

 


 

Entrado el siglo XX, la Hermandad pasa por una fase de florecimiento, tanto en lo económico, como en lo cultural. En 1921 y gracias a esta situación pudo renovarse el dorado del paso de Jesús y en 1929 se hizo lo propio con el de la Virgen.  El importante esfuerzo realizado por la Hermandad para adaptarse a la estética procesional sevillana se verá truncado durante los años de la Segunda Republica Española (1931 – 1936). La convulsa situación política impidió que esta Hermandad, al igual que las restantes de la localidad, pudiera hacer estación de Penitencia el Viernes Santo durante los años 1932, 1933 y 1936, sustituyéndola por actos religiosos en el interior de los templos. La persecución sufrida por la iglesia también se extendió a los hermanos más humildes,  solicitando muchos de ellos su baja de la Hermandad y otros dejaron de satisfacer sus cuotas. La consecuencia fue, la quiebra económica de la Cofradía. Pero lo mas grave y trascendental, lo que realmente afecto a los sentimientos mas íntimos de los hermanos y devotos, fue la total destrucción y desaparición  de sus veneradas imágenes en el incendio intencionado de la iglesia del Convento la madrugada del 21 de julio de 1936. Buena parte de su patrimonio artístico desapareció por completo, salvándose solo el vestuario mas valioso de las Imágenes, repartido entre los domicilios particulares de sus Mayordomos y Camareras, entre los cuales se encontraban el Estandarte, el manto y saya de la Virgen, así como la tunica del Nazareno. El valor económico del patrimonio artístico destruido (incluidas las Sagradas Imágenes Titulares) ascendía a mas de 40000 pesetas.

 

En 1937 la Hermandad afronta su reorganización, volviendo a la Cofradía muchos de los hermanos que se vieron forzados a alejarse de la Hermandad, así como se inscribieron mas personas por lo que se pudo recaudar 5436,50 pesetas con las que se pagaron los dos primeros plazos de la hechura de la nueva imagen de la Virgen de las Lágrimas (actualmente es la imagen de la Virgen de los Desamparados), un manto y demás vestuario para la misma, todo para posesionar ese mismo año el Viernes Santo, siendo acompañada, provisionalmente por una imagen de Jesús procedente de Morón de la Frontera. Terminada la Semana Santa la Hermandad encarga al escultor Enrique Orce una imagen de Jesús Nazareno, usando como modelo una fotografía de la escultura desaparecida para que la nueva fuese idéntica, siendo el precio acordado para la realización de dicha Imagen de 4000 pesetas, descontando el escultor 1000 pesetas por ser su familia naturales de la localidad. La imagen de Jesús, copia de la desaparecida, procesionó por vez primera el Viernes Santo de 1938.

 

Al finalizar la Guerra Civil, la Hermandad ya había repuesto gran parte de su patrimonio como lo confirma un inventario de sus bienes fechado el 26 de julio  de 1936. En el se incluyen entre otros, los siguientes enseres: la imagen de Jesús Nazareno (obra de Enrique Orce  de 1937), dos túnicas (una nueva y otra antigua bordada en oro por las hermanas Antúnez), una imagen de la Virgen (obra de Orce en 1937), dos sayas (una bordada en oro), dos mantos (uno con bordados en oro de las hermanas Antúnez), un Estandarte con bordados, Simpecado, varios candeleros, colgaduras para la capilla, manteles para los altares, jarrones, faldones o caídas para los pasos seis insignias, dos pasos portátiles….

 

PASO DE PALIO DE LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS (LA QUE APARECE ES LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS)

PASO DE PALIO DE LA VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS (LA QUE APARECE ES LA VIRGEN DE LOS DESAMPARADOS)

Cumplida con creces su misión, la Junta Reorganizadora promoverá la formación de una Junta de Gobierno que la sustituya. Esta nueva Junta es designada en el Cabildo de 1 de enero de 1941. Será el médico José María Marroyo Gago el Mayordomo designado para regir su destino durante tres años. La Junta de Gobierno aprobó la importante labor desarrollada por la Junta Reorganizadora, reconociendo su empeño en reconstruir la capilla de la Hermandad y dotarla de las nuevas imágenes titulares, así como el haber afrontando con valentía la difícil situación económica por la que atravesó durante los años de la Guerra Civil, logrando con su gestión un superávit final. Bajo su mandato se inscribirán como hermanas la duquesa viuda de Osuna, la duquesa de Osuna y Gandía y la señora D. Dolores García, viuda de Martos, las cuales fueron nombradas, respectivamente, como Hermana Mayor Honoraria, Camarera Honoraria y Mayordomo Honorario, en muestra de agradecimiento por la labor que habían desarrollado durante la Santa Misión Parroquial que por aquellos días tuvo lugar en la localidad, y por el celo y fervor demostrado hacía las imágenes titulares. Asimismo, el 13 de julio de 1942 se va a decidir la compra de un nuevo paso procesional para Jesús Nazareno, acordándose adquirir el antiguo de la Hermandad homónima de Marchena, realizado en madera dorada y estilo neobarroco, estipulándose el precio en quince mil pesetas a pagar en ocho plazos. Paulatinamente se adquieren más enseres para completar el ajuar procesional; una corona de plata de ley con baño de oro para la Virgen de las Lágrimas, por valor de nueve mil pesetas.

ANTIGUO PASO DE JESÚS EN MADERA DORADA Y ESTILO NEOBARROCO, ADQUIRIDO A LA HERMANDAD DE JESÚS NAZARENO DE MARCHENA.

Se incorpora una nueva imagen del Cirineo y, por vez primera en la historia de la Hermandad, la imagen actual de San Juan Evangelista. Esta representación del apóstol, obra del escultor sevillano José Rivera García, será donada por Fernando Andrade Montiel y Manuel Gallardo Moreno, Hermano Mayor y Vocal Primero, respectivamente, de su Junta de Gobierno, en la sesión celebrada el 9 de enero de 1944. El Cirineo, obra del escultor Rivera García, se contrataría gracias al acuerdo tomado el 16 de abril de 1944 a propuesta del Hermano Mayor. En los años venideros continuará la compra y restauración de los enseres más indispensables para realizar la estación de penitencia. La Junta procuró siempre que fuesen de calidad artística y del más puro estilo sevillano.  Se llevó a cabo la sustitución de la imagen de Jesús Nazareno realizada por Enrique Orce. La nueva fue encargada al escultor José Rivera García en el año 1945. Por decretos del Vicario General del Arzobispado, fechados el 2 y 24 de marzo de 1945, se dispuso la bendición y exposición provisional al culto de la nueva imagen con preferencia a la antigua, así como su salida procesional. El  Hermano Mayor, Fernando Andrade Montiel, fue quien promovió la sustitución de la imagen de Jesús, aprovechando sus contactos previos con el escultor José Rivera al que le hizo el encargo particular de la imagen de San Juan Evangelista. El patrimonio artístico y el ajuar procesional también fue objeto de mejoras, confeccionándose un manto de raso granate y una saya blanca con adornos de oro para la Virgen, nueva túnica de terciopelo morado para la imagen de Jesús, una bandera con adornos y escudo bordados en oro aprovechando parte del anterior y un palio granate con dibujos amarillos.

 

El 25 de febrero de 1964 se aprobará efectuar la salida procesional de la Cofradía a las seis de la madrugada del Viernes Santo, tal y como estaba establecido en sus Reglas, así como tener un horario establecido que aún se mantiene en nuestros días durante el recorrido de la procesión por las calles. 

 

También la procesión sufrirá un importante cambio a partir de la Semana Santa de 1966, cuando algunos hermanos y devotos de Jesús Nazareno, ante la negativa de los costaleros profesionales a llevar el paso de Jesús por problemas económicos (deseaban más sueldo), se introduzcan bajo las trabajaderas y lo porten por las calles, convirtiéndose por tanto en los primeros "Costaleros Voluntarios" o "Hermanos Costaleros" de la provincia de Sevilla, hecho de especial trascendencia en la historia de las Cofradías sevillanas si tenemos en cuenta que se anticipó en seis años a la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de Sevilla (Hermandad de los Estudiantes), hasta ahora considerada como la pionera en la organización de una cuadrilla de hermanos costaleros.

         

PRIMERAS CUADRILLAS DE HERMANOS COSTALEROS DE JESÚS NAZARENO, AÑO 1966

También en este año se adquieren unos respiraderos de metal plateado propiedad de la Hermandad del Baratillo de Sevilla, el estreno de una Cruz de Guía, la compra de unos nuevos respiraderos para el paso de Jesús tallados por el escultor Carlos Navarro Nogales, los cuales sustituyeron a los antiguos que fueron finalmente vendidos al artista local Francisco Moreno Galván.

En los años sesenta y setenta del pasado siglo, esta Hermandad experimentará un gran auge gracias a la actuación que en ella tuvo el cofrade Rafael Gómez Jiménez "el Fiel", al igual que en su día lo hiciera Fernando Andrade Montiel "el de Vito". Ambos procuraron en todo momento embellecer a sus imágenes titulares lo máximo posible, completando su ajuar con las mejores galas, adornando sus altares con el mayor esplendor y buscando para sus pasos, especialmente para el de palio, los enseres de mayor calidad artística, para asemejarlos a los pasos sevillanos, cuya estética se iba extendiendo e imponiendo por toda la provincia.

 

En su evolución esta Hermandad afrontara un nuevo reto de resultados entonces imprevisibles: la sustitución de la imagen de la Virgen de las Lágrimas (obra de Enrique Orce del año 1937), por otra realizada por el escultor Francisco Buiza en 1967. Este cambio fue justificado por el importante deterioro que, a juicio de la Junta de Gobierno, presentaba la primera y que, no estuvo exento de polémica entre los hermanos. Aquella imagen aun continua expuesta a la veneración de los fieles en la nave del Evangelio del Templo del Convento, pero con la advocación de Nuestra Señora de los Desamparados, advocación que en mas de una ocasión aparece recogida en los libros de actas de la corporación durante el siglo XIX.

 

PASO DE PALIO CON LA ACTUAL VIRGEN DE LAS LÁGRIMAS, AÑO 1968

El 22 de febrero de 1973 se hará cargo de la Hermandad José Guerrero Reina, Mayordomo y capataz del paso de Jesús. Durante su mandato la imagen del Nazareno será restaurada por su autor, así como la policromía de la cara de la Virgen, y se amplió el paso de palio con la adición de dos varales, pasando de diez a doce. Al cumplirse en 1977 el tercer centenario de la fundación de la Hermandad, la Novena de ese año se celebró con mayor esplendor, interviniendo en ella la Coral San Felipe Neri de Sevilla. El ejercicio de la caridad fue otra de las constantes de la Hermandad. prestó ayuda alimenticia a hermanos que pasaban por serias dificultades económicas y a familias con miembros en paro, y colaboró económicamente con la residencia de ancianos de la localidad.

 

En noviembre del año 1980 se producirá la dimisión en pleno de toda la Junta de Gobierno. Días más tarde, el 12 de diciembre, el hermano José Romero Medrano ostentará la presidencia y representación de la Hermandad como Hermano Mayor. Hasta entonces en esta Hermandad, como en todas las de antiguo origen, el Oficial que tradicionalmente presidía su Junta de Gobierno y representaba a la Hermandad era el Mayordomo. Con Romero Medrano al frente se acometerá el ambicioso proyecto de demoler la casa repisa anexa a la capilla de la Hermandad, sita en la Plaza del Cristo, para construir sobre el solar resultante una nave almacén que permitiera albergar sus pasos y enseres, servir como Casa Hermandad donde celebrar reuniones y actos sociales, que finalmente pudo ser bendecida el 28 de marzo de 1982 gracias a las donaciones de materiales y mano de obra aportada por muchos hermanos y devotos de Jesús Nazareno. Con respecto a los cultos, estos continuaron celebrándose con el esplendor y solemnidad acostumbrados (Dulce Nombre de Jesús, Novena con besa pies de la imagen de Jesús, procesión del Viernes Santo y Quinario a la Virgen de las Lágrimas en el mes de mayo), y se añadió la festividad de San Juan Evangelista el 27 de diciembre. En todos era manifiesta la importante presencia de fieles y el recogimiento espiritual que se experimentaba en ellos. Se recuperó el Sermón de Pasión en 1981 tras varios años sin celebrarse. Asimismo, la Hermandad será pionera entre las restantes de la localidad en el uso del costal sevillano, utilizado por primera vez en el paso de la Santísima Virgen de las Lágrimas (tradicionalmente los pasos se llevaban con almohadillas sobre los hombros).

 

Como consecuencia de las diferencias de pareceres surgidas en el seno de la Junta de Gobierno, la Hermandad entrará en un periodo difícil que se iniciaría en junio de 1983 cuando el Hermano Mayor, el teniente de Hermano Mayor, el Mayordomo, el Tesorero primero y un Diputado Clavero presenten la dimisión de sus cargos, dando lugar a un proceso de renovación de los restantes Oficiales de la Junta que culminó el 12 de octubre de ese mismo año con la elección de Antonio Moreno Moreno como Hermano Mayor (Secretario primero desde el año 1980). A él se le hace el encargo de formar y dirigir una Junta Reorganizadora  presidida por el párroco hasta tanto se redactaban nuevas Reglas y se procedía a la elección de la Junta de Gobierno en la forma establecida en el entonces recién promulgado Código de Derecho Canónico. Dicha Junta Reorganizadora tomó posesión el 12 de febrero de 1984, iniciándose así otra etapa de carácter transitorio en la larga historia de ésta Hermandad que serviría para configurarla prácticamente tal y como hoy en día la conocemos. Durante su gestión se llevará a cabo las siguientes actuaciones: ese mismo año de 1984 se realizará (con carácter extraordinario en el Año Santo de la Redención y para ganar el correspondiente Jubileo) el traslado de la imagen de Jesús en Vía Crucis desde el convento al templo parroquial, culminando en él la Novena. La imagen del Cirineo afectada por la carcoma, es profundamente restaurada. Se complementará el ajuar procesional mediante la adquisición de unos candelabros de cola y una peana para el paso de palio, un Estandarte bordado, doce varas de insignias y un nuevo paso para Jesús Nazareno. Se restauran algunos enseres (respiraderos del paso de palio, corona de la Virgen, vara del Estandarte), se reciben importantes donativos y préstamos periódicos efectuados por algunos hermanos para ayudar a la Hermandad en el pago de los cuantiosos gastos generados por la conservación y enriquecimiento de su patrimonio artístico. En esos años los cultos se caracterizarán por la masiva presencia de devotos, quienes diaria y puntualmente asistían a la Novena, así como todos los viernes del año acudían (y acuden) a su capilla para orar ante la imagen de Jesús.

 

Las actas de las diversas sesiones celebradas por sus órganos de gobierno a finales de los años ochenta del pasado siglo, destacan la solemnidad de sus cultos y el respeto y devoción que se advertía durante la estación de penitencia del Viernes Santo, en la que participan más de quinientos nazarenos, así como la perfección que el Hermano Mayor (también capataz del paso de palio) buscaba en la forma de andar de ambos pasos, desvelándose para que posesionaran al más puro estilo sevillano.

 

En su afán por mejorar el patrimonio de la Cofradía, tanto en belleza como en calidad artística, al finalizar la Semana Santa de 1987 la Junta de Gobierno va a emprender el ambicioso proyecto de construir un nuevo paso para Jesús Nazareno  para sustituir al que poseía desde la década de los años cuarenta, afectado por importantes daños cuya restauración hubiese necesitado una importante inversión económica. Rápidamente se inició entre los hermanos una campaña para que aportaran periódicamente sus limosnas en función de sus posibilidades, y solicitó la colaboración del Ayuntamiento, entidades y comercios locales para que costearan las tallas que iban a adornar las diferentes capillas del paso, la instalación de una caseta en la Feria, la organización de un recital de cante jondo y tiradas al plato, entre otras. La realización de esta magna obra movilizó a toda la Hermandad, especialmente tras la firma del contrato con el afamado artista sevillano Manuel Guzmán Bejarano, que tuvo lugar el 21 de junio de 1988, encauzando prácticamente todos sus esfuerzos a la financiación de la misma, reuniendo en menos de un año una cantidad superior a los seis millones de pesetas.

PROCESO DE TALLADO DEL PASO DE JESÚS NAZARENO, AÑO 1989

Un acontecimiento importante tendrá lugar en la Cuaresma del año 1989 cuando Pedro López López, profesor de la banda de música de la Cruz Roja de Sevilla, comunique a la Hermandad que ha compuesto una marcha procesional dedicada a la Santísima Virgen de las Lágrimas bajo el titulo “Virgen de las Lágrimas”, como muestra de agradecimiento por las cariñosas atenciones que el pueblo y la Hermandad había dedicado a la banda en sus actuaciones, convirtiéndose así en la primera composición musical dedicada a sus veneradas imágenes titulares. La marcha fue presentada el 25 de marzo de 1990 con la participación del Coro "Sagrado Corazón", y estrenada el Viernes Santo.

 

En la Cuaresma de 1990 se expondrá públicamente el nuevo paso aún sin dorar, antes de ser entregado al dorador Manuel Calvo Carmona. Éste intervino en el mismo durante el periodo 1990-1992, restauró la imagen de San Juan Evangelista y policromó la de la Santísima Virgen. Los importantes esfuerzos económicos realizados por los hermanos se vieron felizmente culminados en marzo de 1992 cuando pudo exponerse totalmente terminado el nuevo paso procesional de Jesús Nazareno, coincidiendo con la conmemoración del 315 aniversario de la fundación de la Hermandad, efeméride que se celebró con un amplio programa de actos clausurado con la bendición de dicho paso y la salida extraordinaria del Nazareno sobre el mismo.

 

En 1989 se acometió la redacción de unas nuevas Reglas que sustituirían a las de 1808. Las nuevas normas fueron aprobadas por el Vicario General del Arzobispado el 2 de marzo de 1992. En ellas se establece que su fin principal es dar culto público a las imágenes de Jesús Nazareno y su Madre la Santísima Virgen de las Lágrimas saliendo en procesión la madrugada del Viernes Santo. Además, la Hermandad inspirará, alentará y organizará toda clase de actos que contribuyan a la más perfecta formación religiosa, social y cultural de sus miembros y de los feligreses en general mediante ejercicios espirituales, conferencias, retiros, convivencias, coloquios y otros actos similares; asistirá a los hermanos en sus necesidades espirituales y materiales cuando sea preciso; ejercerá la caridad mediante la creación de una Bolsa de Caridad que permita socorrer y ayudar al necesitado, destinando para ella al menos el diez por ciento de sus ingresos por cuotas de hermanos; donativos que llegan, incluso, a diversos conventos de clausura de la comarca.

 

Aprobadas ya sus Reglas, y tal como hicieran las restantes Hermandades locales, ésta celebró su Cabildo General de Elecciones para dar cumplimiento a lo establecido en sus Reglas y en las nuevas disposiciones eclesiásticas. Dicho Cabildo tuvo lugar el 13 de diciembre de 1992, y de él salió elegido Antonio Moreno Moreno como Hermano Mayor. Sus primeras decisiones fueron la compra de una Aureola y una Corona de metal dorado al orfebre Luis Jiménez para la Santísima Virgen, y la terminación del paso de Jesús con la ejecución de las pequeñas esculturas que se alojarían en sus capillas, realizadas por el tallista Rafael del Río Barbero.

 

Además del paso de Jesús, se adquirió un palio bordado que finalmente fue estrenado en la Semana Santa de 1994. En los  primeros meses (marzo-abril de 1993) se visitaron algunos talleres de bordado, comprándose al final el antiguo palio de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla.

   

En 1995, y dentro del empeño que tiene la Hermandad por mejorar y enriquecer su patrimonio, se realizaron obras de remodelación  y restauración de la Capilla y la Casa Hermandad. En 1996 se siguió incrementando el patrimonio de la Hermandad con el traspaso del bordado del manto antiguo a uno nuevo de salida, realizándose también en estos años una saya azul bordada en oro y se restaura y amplia la antigua tunica bordada de Jesús Nazareno estrenándose en 1997. En estos años se ejecutan dos juegos de ciriales para ambos pasos, se compra un juego de jarras y una nueva candelería para el paso de palio.

MANTO DE MARÍA SANTÍSIMA DE LAS LÁGRIMAS CON BORDADOS DEL ANTERIOR. OBRA REALIZADA POR JUANA MARIA IBAÑEZ EN 1996.

Transcurridos cuatro años, ello de noviembre de 1996 tuvo lugar un nuevo Cabildo de Elecciones en el que participaron 193 hermanos. Del mismo resultó reelegido Antonio Moreno Moreno, el cual pudo continuar la línea de actuación emprendida años atrás, proponiendo la compra de una nueva casa para construir, otra Casa-Hermandad más amplia que la actual. La adquisición pudo hacerse el 4 de junio de 1997, habiéndose ya comenzado con el inicio de los correspondientes trabajos de edificación (15 de mayo 2004). En 1998 comenzó la renovación de una parte del ajuar procesional adquiriéndose una nueva Cruz de Guía y faroles a juego, insignias, faroles entrevarales y jarritas violeteras para el paso de palio ((como elemento innovador en la Semana Santa de la Puebla), bordado del mantolín de San Juan Evangelista.

 

El 31 de diciembre de 1999 y con motivo de la despedida del siglo y milenio y comienzo del Jubileo del año 2000, la Imagen de Jesús Nazareno permaneció durante todo el día en besa píe extraordinario en el Altar Mayor del Convento, en lo que se denomino como Jornada de Oración y Acción de Gracias. Desde entonces cada año el 31 de diciembre se viene celebrando este acto de culto en honor a Jesús Nazareno.

ALTAR INSTALADO EN HONOR DE JESÚS NAZARENO PARA LA JORNADA DE ORACIÓN Y ACCIÓN DE GRACIAS

 


En diciembre del año 2000 se celebra el Tercer Cabildo de Elecciones en el que sale elegido Jesús María Martagón Sánchez.

 

El año 2002 será de gran importancia para la Hermandad, pues se conmemora el CCCXXV Aniversario fundacional. Para celebrar tan importante efeméride se programan una serie de actos y cultos extraordinarios, entre los que se incluyen la salida extraordinaria en Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús Nazareno el sábado 23 de febrero hacia la Parroquia para celebrar el octavo día de novena en su honor y posterior vuelta hacia el Convento, salida extraordinaria en Rosario de la Aurora de la Virgen de las Lágrimas el 6 de octubre (celebrándose desde entonces este culto externo), y terminando todos ellos con la salida extraordinaria en su paso procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno el sábado 9 de noviembre. En el transcurso de esta salida extraordinaria se le impuso a la Venerada Imagen de Jesús Nazareno la Medalla de Oro de la Villa de La Puebla de Cazalla, distinción otorgada por el pleno del Ayuntamiento de la Localidad.

 

La jornada comenzó a las cinco de la mañana con el canto de los Pregones de Jesús en el Templo del Convento y ante la Imagen de Jesús ya dispuesto en su paso procesional. A las seis daba comienzo la procesión extraordinaria que llevaría al Señor hasta el Templo Parroquial de la localidad, desde donde saldría nuevamente en procesión a las seis de la tarde, dirigiéndose primero al Ayuntamiento para recibir la Medalla de la Localidad y una vez impuesta, posesionar  por distintas calles de la localidad hasta bien entrada la madrugada del domingo 10 de noviembre.

 

Este mismo año la localidad conmemora el Quinientos aniversario de la Carta Puebla y por tal motivo se celebra un Santo Entierro Magno el Sábado Santo 30 de Marzo por lo que Nuestro Padre Jesús Nazareno sale en salida extraordinaria junto con el resto de las  Hermandades de la localidad para formar parte del cortejo procesional de este Santo Entierro Grande.

 

En la mañana del 9 de febrero de 2003, primer domingo de cuaresma y segundo día de novena a Jesús Nazareno se celebro el I Pregón de la Juventud, siendo organizado por el Grupo Joven de la Hermandad y estando a cargo de Don Manuel Martín Alcazar (Secretario 2º de la Hermandad por aquel entonces). Este acto se ha mantenido hasta nuestras fechas, contando cada año distintos hermanos que han contado sus vivencias y transmitidos sus sentimientos hacia su Hermandad.

 

En enero de 2005 se celebra el Cuarto Cabildo de Elecciones en el que resulto elegido Francisco José Guerrero Bonilla, transcurriendo su mandato hasta el 1 de noviembre de 2009, día en el que se celebra el Quinto Cabildo de Elecciones, presentándose por primera vez dos candidatos a Hermano Mayor, resultando elegido Manuel Martagón Montesinos, quien junto con su Junta de Gobierno dirigirá la vida de esta Hermandad durante los próximos cuatro años.

 

El viernes 19 de febrero de 2010, primer viernes de cuaresma, se celebra un Vía Crucis presidido por la Imagen de Jesús Nazareno, recorriendo barrios y calles por las que habitualmente no procesiona. Este acto se mantiene durante cada año como acto previo al inicio de la Novena en honor a Ntro. Padre Jesús Nazareno.

 

Un lamentable y desafortunado hecho tiene lugar la tarde noche del viernes 23 de julio de este mismo año de 2010.  La túnica de Jesús Nazareno sale ardiendo como consecuencia de una vela que alguien coloca debajo de la misma. La rápida actuación de varios hermanos impidió que las llamas afectaran de manera mas grave a la Venerada Imagen. Al día siguiente, en Sesión Extraordinaria, la Junta de Gobierno acuerda ponerse en contacto con el restaurador Juan Alberto Pérez Rojas, para que haga una primera valoración de los daños sufridos en la Imagen de Jesús Nazareno, así como indique las actuaciones de reparación que se deben realizar  sobre la misma. Ese mismo día el restaurador local, Justo Guerrero, examina la Imagen  para valorar el alcance de los daños sufridos  y aconsejar medidas de actuación con respecto a la restauración del Señor. El lunes 26, las Imágenes vuelven a exponerse al culto, aunque con la reja de la Capilla cerrada para impedir que los fieles puedan tocar al Señor. El viernes 30 se celebra una misa como Acto de Homenaje a Jesús Nazareno, siendo la mañana del lunes 02 de agosto cuando definitivamente se retira del culto la Imagen de Jesús Nazareno siendo trasladada a Sevilla, al taller del anteriormente mencionado restaurador para proceder a su restauración. Dicho proceso de restauración tiene una duración de cinco meses, siendo repuesto al culto el día 31 de Diciembre de 2010 con la celebración de la Solemne Jornada de Oración y Solemne Eucaristía de Acción de Gracias a cargo del Señor Vicario de la Zona Sur, D. Jose Joaquín Rebolo Vázquez. Desde Agosto de 2010 se viene celebrando todos los viernes en la capilla el rezo del Santo Rosario.

 

El 26 de Mayo del 2013 se celebra nuevo Cabildo Oficial de elecciones, resultando elegido Juan Miguel Correa Vazquez como Hermano Mayor.

   
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